Preparar el corazón...
(...) El principito volvió al día siguiente...
Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la feliçidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... (...)
Le petit prince - Antoine de Saint-Exupéry
Escucha... suena para tí
posted by destellosplateados at 10:40 p. m.
6 Comments:
Las sorpresas a veces no son ni bien venidas ni siquiera afortunadas. Hay quien prefiere jugar sobre seguro, no obstante si se quiere probar suerte y se consigue tener, debe ser maravilloso ciertamente el acertar. Saludos Joao
El corazón a veces late con otros latidos imprevistos...
Saludos (encantados) de domingo.
Imprevistos o esperados, el latir del corazón siempre indica que vivimos.
Encantada yo con tu visita Yole. Un beso.
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