Si quieres pasar, ven... siéntate a mi lado y contemplemos el mar

27 febrero, 2005

Belleza...


(...Porque se diga lo que se diga, los libros dan respuestas. Aunque no sean soluciones, aunque no sean definitivas. Respuestas instantáneas, luces que relampaguean en la oscuridad. Una hermosa frase, un pasaje de una novela, un verso: allí está, de pronto, la verdad. Y todo el sin sentido, y todo el desorden, se convierten, repentinamente, en belleza. ...)

Recuerdos de otra persona - Soledad Puértolas


20 febrero, 2005

Ola y risco...


Desde que trajiste mi ola irresistible
para romperse en espuma sobre tu inmóvil risco,
ambos ocupamos la misma estación de ser,
no como el matrimonio refugiándose juntos,
sino más allá de la razón, co-idénticos.
Ahora cuando nuestros cuerpos arriesgan un encuentro,
temen desencadenar la furia de sus sentidos,
y sólo en el breve desmayo de la despedida
se estremecerá tu risco o vacilará mi ola.

Risco y ola - Robert Graves

08 febrero, 2005

En este mar...


( ...) Siempre amé esta colina,
y este cerco que la vista me impide ver
más allá de su horizonte.
Mirando los interminables espacios de allá a lo lejos,
los silencios sobrehumanos y su profunda quietud,
yo estoy con mis pensamientos,
aunque mi corazón no se asusta.
Escucho los susurros del viento detrás de las plantas,
y en el infinito silencio mido mi voz:
y me subyuga lo eterno, y las estaciones muertas,
y el presente real y el sonido de todos ellos.
Así a través de esta inmensidad se ahoga mi pensamiento
y el naufragar... me es dulce en este mar. (...)

El infinito - Giacomo Leopardi


Escucha... suena para tí

04 febrero, 2005

En todo...


(...)
En los ecos del órgano o en el rumor del viento,
en el fulgor de un astro o en la gota de lluvia,
te adivinaba en todo y en todo te buscaba,
sin encontrarte nunca.
Quizá después ha hallado, te ha hallado y te ha perdido
otra vez, de la vida en la batalla ruda,
ya que sigue buscándote y te adivina en todo,
sin encontrarte nunca.

Pero sabe que existes y no eres vano sueño,
hermosura sin nombre, pero perfecta y única;
por eso vive triste, porque te busca siempre
sin encontrarte nunca.
(...)

A las orillas del Sar - Rosalía de Castro


Escucha... suena para tí

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